sábado, 2 de mayo de 2009

Dulce Tortura




Polvo de oro en tus manos fue mi melancolía


sobre tus manos largas desparramé mi vida;


mis dulzuras quedaron a tus manos prendidas;


ahora soy un ánfora de perfumes vacía.




Cuánta dulce tortura quietamente sufrida


cuando, picada el alma de tristeza sombría,


sabedora de engaños, me pasaba los días


¡besando las dos manos que me ajaban la vida!
Alfonsina Storni

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